Cuando dejas de tener expectativas, dejas de esperar lo que muy bien puede ser imposible y dejas de enfadarte sino lo consigues. Muchas veces hacemos cosas por los demás, con un deseo interno de esperar reconocimiento (gratitud, lealtad, justicia, amor, etc.), las cosas no deben hacerse esperando algo…. Las cosas se hacen porque a uno le gusta, porque te hace sentir bien, porque puedes crecer como persona y logras que los demás crezcan junto contigo… En realidad, solo se debe pensar en hacer las cosas porque únicamente a ti te importa hacer las cosas bien, porque a ti te hace sentir bien actuando correctamente pero principalmente porque tú serás el primero en experimentar la sensación de tranquilidad y bienestar por tu actuar en la vida, no caminando en función de los demás sino en dirección de tus creencias, teniendo en cuenta que el principal reconocimiento y el más importante es el que nosotros mismos haremos de nuestros actos.
Encantador comentario.
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